Se indagó en árboles y plantas medicinales que presentaran actividad antimicrobiana, existentes en la región de O'Higgins. En bibliografía el árbol boldo o Peumus boldus (Molina), presentaba, según estudios previos, estas propiedades. El desarrollo experimental consistió en obtener un extracto acuoso de las hojas de boldo. Posteriormente, se realizó la saponificación de aceite de oliva, para generar el jabón. En la etapa final se añadió el hidrosol obtenido. El análisis del efecto bactericida y fungicida, se realizó mediante la preparación de medios de cultivos, con muestras obtenidas de manos, los que, posterior al crecimiento de las colonias de microorganismos, fueron expuestos a disoluciones del jabón sintetizado. Los resultados obtenidos demuestran que el jabón elaborado posee actividad antimicrobiana, pues las disoluciones de jabón preparadas eliminaron parcialmente hongos y bacterias en los cultivos (sobre un 67%). Finalmente, se propone el uso de este producto como alternativa más favorable para el ambiente y seres vivos, pues no posee derivados clorados dañinos; comprobando que es posible el uso de menos aditivos químicos en un jabón con actividad antimicrobiana, proyectando su aplicación a escala industrial.