La brecha digital, evidenciada en tiempos de pandemia, ha dejado una huella en la educación de muchos estudiantes, señalan profesoras y profesores. Y, si bien las plataformas digitales han contribuido con la educación a distancia, estudiantes han expresado que la conectividad y los espacios de aprendizajes son un elemento adicional que desafía el aprendizaje. Conversamos con un profesor del Liceo Manuel Barros Borgoño quien proyecta la educación del futuro.
Por Nadia Politis y Proyecto Explora RM Norte*

Haciendo una retrospectiva de los últimos dos años vividos en pandemia, podemos concluir que mundial mente todo ha cambiado: la forma en la que nos comunicamos, trabajamos, entretenemos, educamos… todos los aspectos de la vida humana se han revolucionado ¿Para bien, o para mal?, preguntan algunos. Y es en la sala de clases donde esta pregunta se reitera aún sin respuesta. El Proyecto Explora de la Región Metropolitana Norte del Ministerio de Ciencia, conversó con profesores y estudiantes sobre la enseñanza que nos dejó la pandemia respecto
al proceso de aprendizaje y destaca la conversación realizada con el profesor Carlos Trapp Vera, profesor de Biología del Liceo Manuel Barros Borgoño.
¿Cuál ha sido el mayor desafío de la enseñanza en pandemia?
Por un lado, aprender nuevas tecnologías, que sin duda han estado presente durante mucho tiempo, pero que por el hecho de mantener las mismas prácticas pedagógicas sin una gran dificultad, habíamos renunciado a actualizarnos, no sólo el uso de las plataformas Meet, Classroom, Drive, formularios Google y Zoom, sino también la construcción de videos y cápsulas. Un vínculo más directo con los estudiantes a través de WhatsApp y correos, además de mantener actualizados los datos de correos de los estudiantes y sus apoderados. Espero que los equipos directivos consideren man tener muchas de estas metodologías de trabajo y no volver a lo que fuimos hace dos años atrás.

¿Qué otro aspecto surgió como desafío?
Un desafío no menor, fue construir relatos y formas de organizar la retórica pedagógica de la clase, para lograr capturar la atención de los estudiantes, en ocasiones era como un programa de televisión. En ese modernos, tecnologizados, las aulas magnas, las bibliotecas del siglo XXI, nosotros los docentes tener capacitaciones de cómo construir un programa y luego nosotros seleccionar qué herramientas nos pueden ser más útiles para diferentes escenarios pedagógicos.
¿Qué desafíos advierte?
Primero que todo quedó en evidencia la precariedad de la educación pública, en cuanto a infraestructura, tecnología, informática, redes. Durante el año 2007 y 2011 hubo dos procesos de protestas estudiantiles que denunciaron el abandono de la educación pública, bueno, hoy en el 2021 la situación no ha cambiado tanto, la educación no ha recibido un fuerte respaldo de recursos, una inyección permanente, que sea en base a una política de Estado. Es sólo cosa de mirar las escuelas y laboratorios de ciencias con herramientas que puedan permitir responder a preguntas de investigación novedosas. Para nosotros es frustrante llevar a cabo un proyecto Explora con palos y cortinas de casa.No tenemos tecnología para hacer registros de parámetros físicos y químicos de los ecosistemas que queremos estudiar. – ¿Y respecto a los estudiantes? También esta pandemia ha desnudado la realidad precaria en la que se encuentran los estudiantes en cuanto a la falta de recursos tecno lógicos para el trabajo a distancia, sin internet en casa, sin dispositivos adecuados, o lisa y llanamente sin computador ni celulares adecuados. El esfuerzo y direccionalidad del trabajo que hace Explora y algunas universidades hacia la educación pública es notable, realmente es excepcional, pero es insuficiente. Falta el Estado, no los privados, sólo el Estado puede garantizar la democratización de una educación pública de calidad. Aun así, uno ve estudiantes que luchan por construir su conocimiento, pero no podemos depender de lo excepcional en educación, todos deben ser excepcionales.
¿De qué forma la casa de un docente se ha convertido en su nueva oficina?
Debo decir es que he hecho clases por Zoom desde distintos lugares y los estudiantes siempre reparan en el fondo y a veces me dicen: “Oiga profe, no está en su casa”. A mí me da un poco de vergüenza, ya que en el fondo están como en tu espacio de familiaridad e intimidad. Es como tener a tu curso en tu casa, en la cocina o hasta el baño. Estaba en la casa de mis padres y, mi viejo tiene secuelas de un accidente vascular, él hace todo normal, pero a veces hace cosas de improviso… bueno, estaba haciendo mi clase y de repente veo a mi viejo que se va acercando por el pasillo, la clase estaba entretenida y sentía que los chicos estaban conectados a la idea, pero de repente mi atención estaba un poco dirigida hacia mi padre y pensaba: “no vaya a mandarse un condoro”. Entonces veo que gira hacia la cocina y pienso: “ah, ya me salvé, no pasó nada… y estando en la puerta de la cocina, mi viejo lanza un grito enorme pero corto, que hizo que yo quedara paralizado de tremenda vergüenza. Sentía que tenía la cara roja… Por supuesto que a mi viejo no le dije nada, pero sentí esas ganas que te trague la tierra… Bue no, al rato pasó la situación y seguramente nadie la recuerda…quizás porque todos los estudiantes estaban durmiendo en sus casas y en realidad mi clase era uno de los episodios más aburridos de la historia, y por eso nadie se dio cuenta.

¿Qué estrategias se podrían implementar para la enseñanza del futuro?
Debe haber una propuesta país con respecto a la educación, la sociedad y hacia dónde va dirigido el desarrollo en términos productivos, eco
nómicos, sociales, culturales y recreacionales. Una vez delineando un proyecto de largo plazo, se pueden hacer las modificaciones y reformas estructurales del sistema educacional que permitirán mantener un sistema consolidado que no se verá afectado por grandes alteraciones, como una futura pandemia. Por otro lado, generar rápidamente una coordinación para elaborar los con tenidos prioritarios y construir un
currículum que responda de manera flexible a modos de clases remotas y eliminación total o parcial de pruebas estandarizadas.
Adrián Jaramillo, estudiante del Liceo Manuel Barros Borgoño se suma a las reflexiones del profesor Trapp Vera, y recuerda que, cuando el
comenzó educación media, de forma virtual, sus notas registraron una baja y la comprensión de nuevos contenidos fue una tarea ardua: “me tuve que adaptar a los canales de comunicación y enseñanza, y hoy puedo decir que mejoré mis calificaciones”, dice Como una reflexión para los desafíos del 2022 en materia de educación, el profesor del Liceo Manuel Barros Borgoño, Carlos Trapp Vera, apunta a transformaciones en el sistema de financiamiento de las escuelas y liceos públicos: “Eliminando el financiamiento por estudiante, que es absolutamente irrelevante e inoperativo en clases remotas”, señala.

Para el profesor, fortalecer la vinculación con universidades, proyectos de investigación en todas las áreas es parte del desafío: “Desarrollar estrategias pedagógicas innovadoras para generar construcción de aprendizajes en los estudiantes, tener tiempo para leer nuevas teorías pedagógicas y disciplinarias, cursar espacios de actualización disciplinar, y también participar con los estudiantes en programas extraescolares, hace de la escuela algo entretenido y motivante”, concluye.
